Antes de lanzar una publicidad, debe haber estrategia. Antes de bajar los precios, debe haber estrategia. Es decir, para invertir en lugar de simplemente gastar debe haber estrategia, lo que requiere pensar y comprender la organización de modo sistemático: cómo compite, qué la diferencia, cuán alineadas están las variables (producto, servicio, precio, distribución, ventas, comunicación, etc). Pensar estratégicamente significa tener en claro por qué una empresa debería ser elegida por los clientes antes que la competencia. Si el trabajo de planificación está bien hecho, la ejecución -el marketing operativo- requerirá menos esfuerzo en tiempo y dinero.